En 1950, el fabricante de cuerdas calificado Herbert Kuerschner decidió establecer su propia manufactura. Inició las cuerdas de tripa para uso quirúrgico, las llamadas Catgut, uso técnico como líneas de remolque en máquinas y telares, para el relojero y, por último, pero no menos importante, para instrumentos musicales. Herbert pasó su aprendizaje en el antiguo centro alemán de fabricación de cuerdas de tripa en Klingenthal y Markneukirchen en 1931. 1980 Bernd Kürschner continuó con la empresa.
Avanzó en la gama y desarrolló muchos tipos nuevos de cuerdas, como Luxline o Catline.
Siempre en colaboración con músicos y constructores de instrumentos, para conseguir las mejores características tonales posibles para las cuerdas.
Con el tiempo, el programa se amplió con cordajes sintéticos de nailon y fluorocarbono, así como con alma de tripa, nailon o acero. Más recientemente, hemos establecido nuestras propias instalaciones de prueba y análisis que nos permiten determinar las características físicas de diferentes materiales de cuerdas y combinaciones de materiales.
Desde 2013, Hannah y Jonas Kürschner continuaron la empresa de su padre.